LA FORMULACIÓN KEYNES

LA FORMULACIÓN DE KEYNES



Keynes dividió la demanda de dinero en dos partes diferentes:




1) La demanda para transacciones o saldos activos para satisfacer los motivos de transacción y precaución que llevan a mantener saldos en efectivo y,

2) La demanda de saldos ociosos o de activos para satisfacer un motivo de especulación.



Keynes calificó esas demandas M1 y M2 respectivamente. Fue en relación con la demanda por motivo de especulación que Keynes consideró explícitamente el rendimiento de los activos que compiten con el dinero en las carteras del público. Keynes adujo que los individuos toman las decisiones de cartera después de haber comparado los intereses que no recibirían si mantienen dinero con la ganancia o pérdida de capital previstas si mantienen bonos. Este último aspecto depende de las previsiones que hagan en cuanto a los movimientos de los precios de los bonos y el grado de certeza que atribuyan a las expectativas. Según Keynes, se formulan esas expectativas mediante la comparación del tipo de interés corriente con algún tipo previsto "normal" o que pueda mantenerse permanentemente. Si el tipo de interés observado es más alto que el tipo de interés normal, el público esperará que baje. Ahora Bien, como los precios de los bonos varían en proporción inversa al rendimiento, la expectativa de que bajen los tipos de interés significa un posible incremento de los precios de los bonos y, por consiguiente ganancias de capital. Cuanto más alto sea el tipo de interés corriente mayor será la magnitud de las ganancias de capital previstas. ¿Por qué? Porque cuanto mayor sea la diferencia entre el tipo de interés corriente y el que quepa esperar que se mantenga, mayor será la probabilidad de que baje el tipo de interés (subirá el precio de los bonos) y mayor será la magnitud en que cabe esperar que baje. Así, pues, cuanto más alto sea el rendimiento corriente, más costoso son los saldos ociosos en relación con las ganancias de capital previstas a que se renuncia y con los intereses que no se obtienen. En consecuencia, menor será la cantidad de dinero demandada para satisfacer el motivo especulación.

Siguiendo ese mismo razonamiento, si el tipo de interés observado es inferior al tipo normal previsto, las expectativas de que aumente el rendimiento de los bonos y disminuya el precio de los mismos hace que el dinero en efectivo sea el activo preferido en las carteras del público. A la persona que prevea la baja de los bonos a un ritmo que compense con creces el interés que devengan se le ofrecerá un aliciente para mantener saldos en efectivo cuyo rendimiento es cero, en lugar de bonos demasiado caros.

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http://www.elprisma.com/apuntes/economia/modelokeynesiano/

fuentes: http://www.elprisma.com/
http://www.auladeeconomia.com/
http://www.fundacionsistema.com/